Hay personas a las que admiro. Hay personas a las que respeto. Hay personas a las que seguiría en cualquier proyecto que lanzaran con los ojos cerrados. Y hay personas con las que no volvería a trabajar. Las personas son lo más importante en mi vida, ya sea personal como profesional. Y de todas aprendo 🙂
Trabajamos muchas horas y a mi me gusta disfrutar de mi trabajo. Después de varios años trabajando como freelance, me venía muy de gusto escoger un proyecto que fuera suficientemente retador. No solamente esto: tenía ganas de escoger con quién trabajar. El equipo en el que acabamos trabajando es lo más importante para mi, ya que van a ser las personas con las que compartamos más horas cada día. Y lo conseguí cuando Pedro Santos, con quién había compartido el proyecto de LetsBasket me habló de CoKaiDo.
Trabajar con metodologías ágiles y empresas ágiles está muy de moda. Trabajando con varios clientes, me di cuenta que hay pocas empresas que realmente lo sean (almenos en su totalidad). Este agilismo me hizo interesar por las organizaciones Teal. Un compañero estaba muy puesto en estos temas me habló de la Holocracia y me recomendó el libro de Frederic Laloux, Reinventing Organizations, ¡que devoré!
En casa, mi pareja es muy fan de Jürgen Appelo y me recomendó que me interesase por el Management 3.0, después de hablar con él de Teal y las «nuevas formas de empoderar equipos». Hice un curso con Ángel Medinilla sobre Management 3.0 que me encantó y aprendí un montón de herramientas muy útiles para lograr este objetivo.
Tanto en las empresas Teal como en el Management 3.0 se pone a la persona en el medio de la organización. Le da responsabilidad y la empodera. Estos principios a mi me atrayeron desde el primer momento. Se alinean mucho con mi filosofía de vida y es algo que busco en las empresas en las que trabajo.
A veces, la relación entre Teal y Management 3.0 parece que no esté clara, porque pueden parecer conceptos muy similares. Si te interesa aclarar ambos conceptos, en el blog de Management 3.0 hay un artículo que explica cómo se relacionan el Teal y el Management 3.0.
Está muy bien todo esto de Teal y Management 3.0, pero entonces llegan los «PEROs».
¿Es fácil cambiar la manera en que gestionamos nuestras empresas?
Por mi experiencia, es complicado. Estamos muy acostumbrados a trabajar con ciertos patrones y, como humanos, nos cuesta cambiar. Y no me refiero solamente a los managers, que pueden caer en la tentación de no delegar suficiente ni empoderar a sus equipos. Me refiero también a los equipos. He vivido situaciones en las que una persona de un equipo podía desatascar una situación delicada con el cliente pero esperó a que el manager le diera el «adelante» para hacerlo. La autooresponsabilidad es importante que la aprendamos todos, no importa cuál sea nuestro rol o papel en la organización.
El tema del feedback es otro que cuesta en las empresas. Nos cuesta dar feedback y éste es lo que más nos ayuda a crecer como personas y profesionales. Dar feedback de lo positivo está muy bien. No dar feedback de algo que no nos gusta, puede crear quistes en las empresas. Mi compañera Gina Vidal me recomendó la fórmula SBITA para dar feedback:
- S [Situation] – pon el contexto dónde pasó lo que quieras exponer. Por ejemplo: «Durante la reunión de ayer de equipo».
- B [Behaviour] – comportamiento que te molestó. Por ejemplo: «No fueste claro con los slides numéricos ya que contenían errores».
- I [Impact] – qué impacto ha tenido en ti, en el equipo o en la organización. Por ejemplo: «Me sentí avergonzado porque estávamos delante del board y sufría por la reputación de mi equipo».
- T [Time] – tiempo para preguntas. Por ejemplo: «En qué slides había errores?»
- A [Actions] – Acciones que podemos hacer para mejorar esta situación (ahora o en el futuro). Por ejemplo: «La próxima vez, podemos mirarnos las slides numéricas conjuntamente antes de reuniones importantes».
¿El tamaño importa?
Sí y no. En las empresas Teal, cada persona tiene su trabajo y además, escoge en qué otras áreas puede trabajar. Cuánto mayor es la empresa, más compleja se hace su gestión en todos los niveles, para conseguir que cada persona esté contenta en su trabajo y en las áreas en las que colabora. Si la empresa es pequeña, las áreas que podemos escoger son muchas y puede que no todas nos interesen.
Basetis nos explicaba que ellos cada año piden que su gente cambie de área/s escogidas. Así pueden conocer más partes de la empresa, entre otras razones. En CoKaiDo nos pasa un poco lo contrario: hay demasiadas áreas para la poca gente que somos. Como consecuencia, muchas se quedan vacías ya que a nadie le apetece participar en ellas.
¿Cómo lo gestionamos esto? No hemos encontrado la mejor solución para no desmotivar a las personas con las que trabajamos. Es cierto que obligar a hacer alguna tarea no es la solución pero… ¿cuál será?
Lo cierto es que es un proceso contínuo de aprendizaje, tanto a nivel organizacional como a nivel personal. No hay un shortcut o la fórmula mágica que va a funcionar para mi organización. Lo mejor es testear diferentes acciones y herramientas y quedarte con aquellas que te funcionen a ti, a tu equipo y a tu organización.
Y, sobre todo, mi gran recomendación es que te rodees de personas que te ayuden a crecer y que ayuden a crecer a la empresa. Personas que te saquen una sonrisa. Personas comprometidas con el proyecto. Personas que quieran aprender cada día. Especialmente, rodéate de aquellas personas de las que puedas aprender algo.